El Mundo Romano
Tras la conquista romana, Iberia se convierte en Hispania, y a partir del siglo II a. C. en las sociedades ibéricas del sureste español se llevarían a cabo una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas, conocidas como proceso de romanización del territorio, que tuvieron especial incidencia en lugares con aprovechamientos termales, como es el caso de esta localidad. La domus en las zonas urbanas y las villae en los ámbitos rurales son los nuevos modelos de viviendas en las que los ricos propietarios desarrollan importantes programas ornamentales. Ejemplos de ello son las excavaciones urbanas de la domus del atrio de la Iglesia San Lázaro o las de la villa rural de Venta Aledo, en Las Cañadas.
A la entrada del museo se exhibe el mosaico de la domus (casa romana urbana) de finales del siglo I d. C., hallado en la excavación de la plaza de la Iglesia de San Lázaro Obispo. Entre los hallazgos destaca el programa ornamental con mosaicos y la decoración de pintura mural. El mosaico, fechado a principios del siglo II d. C., es de teselas blancas y negras presentando un motivo repetido en forma de media luna, denominado pelta, que, en número de cuatro, se colocan simulando un molinete girando.
En la misma domus, junto al mosaico, se recuperaron pinturas murales con rica policromía (imitaciones de mármol, motivos geométricos o vegetales), lo que da idea del grado de refinamiento y poder económico del que gozaban algunos propietarios de la zona.
El mosaico de la Domus del Atrio de San Lázaro
Con motivo de la remodelación de la plaza de la Iglesia de San Lázaro se llevaron a cabo las excavaciones arqueológicas, cuyos resultados han ofrecido una ocupación cultural de más de 2.000 años de este espacio, y unos importantes restos arqueológicos y ornamentales.
La excavación de las casa romana, domus, aunque descubierta parcialmente, nos permite una primera aproximación a su planta, con un patio, Atrium, desde el que se distribuían las habitaciones de la casa, así como una gran sala, triclinium, y cinco habitaciones, cubiculum.
Entre los restos más importantes destaca el mosaico de la Habitación nº 3, el cual se expone en éste museo. Su campo central se compone de un solo motivo, repetido y dispuesto en tres líneas paralelas, formado por cuatro peltas negras dispuestas de forma que asemeje un molinete girando. Este primer campo central está enmarcado por un rectángulo de teselas negras sobre fondo beige. Este motivo es bastante frecuente en el arte musivo romano a partir del siglo II d.C.